ENCUENTROS LITERARIOS
I.E.S.
MONTEVIVES, LAS GABIAS
Julieta VALERO
No sientas la
angustia hasta que sea necesaria...
...y si viene como agua
dale garganta, interrógala a su paso.
La angustia impone su ley a los contornos,
avasalla la luz, convoca una miseria
que no lleva tu sangre,
y hace súbditas tus manos, más allá,
el arsenal de vuelos que espera en tus pulmones.
Es un dios sin educar,
lleva miel y tiranía en el regazo.
Por eso, vino hospitalario,
tiéndele tu grey,
deja que te invada,
y en su ritmo condotiero, su desastre,
pues te va creciendo un cansancio de no verte
que reclama al más terco morador:
tu pureza y su desorden.
Siente la angustia mientras sea precisa
y ve pidiendo la cuenta;
te amenazan con su vida los amigos,
ciudades sin nombrar y mi cuerpo
en nuestro cruce peligroso.
No sientas la angustia.
Hasta que sea necesaria.
...y si viene como agua
dale garganta, interrógala a su paso.
La angustia impone su ley a los contornos,
avasalla la luz, convoca una miseria
que no lleva tu sangre,
y hace súbditas tus manos, más allá,
el arsenal de vuelos que espera en tus pulmones.
Es un dios sin educar,
lleva miel y tiranía en el regazo.
Por eso, vino hospitalario,
tiéndele tu grey,
deja que te invada,
y en su ritmo condotiero, su desastre,
pues te va creciendo un cansancio de no verte
que reclama al más terco morador:
tu pureza y su desorden.
Siente la angustia mientras sea precisa
y ve pidiendo la cuenta;
te amenazan con su vida los amigos,
ciudades sin nombrar y mi cuerpo
en nuestro cruce peligroso.
No sientas la angustia.
Hasta que sea necesaria.
El pasado 13 de abril, dentro del
marco de programa del Ministerio de Cultura “Encuentros literarios”, tuvimos la suerte de contar con la
presencia en el instituto con la poeta madrileña Julieta Valero,
que aparte de su interesantísima obra, desempeña otras labores como, por ejemplo, la gestión
de la Fundación José Hierro.
Nos brindó unos largos y
emocionantes poemas con una serenidad y cordialidad envidiables. Fue un gran
momento lleno de recuerdos y emociones. Nos habló de su modo de hacer y
entender la poesía y deleitó con su verso largo y profundo.
BIO-BIBLIOGRAFÍA:
Julieta Valero nació en Madrid, el 27 de Julio
de 1971. Poeta, narradora, ensayista y editora. Estudios de Filología Hispánica
y Literatura Española Moderna y Contemporánea en la Universidad Complutense de
Madrid. Obra poética: Altar de los días parados,
2003; Los Heridos Graves,
2005.
Codirige y presenta en Madrid el programa de radio A ras de verso en
Radio Círculo, del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Es colaboradora habitual
en numerosas revistas literarias. Autoría fue publicado en el
año 2010 con el que obtuvo el Premio
Ciudad de Cáceres ; por último, el
año 2015 publicó su último poemario, Que
concierne, en la editorial Vaso Roto. Actualmente se dedica a la
gestión cultural en la Fundación José Hierro.
DOMINGO. RESACA. EL LIBRE ALBEDRÍO
Asumirse como océano donde pueden acontecer grandes olas
y bancos de peces en realidad muy solitarios.
El verde más sobrenatural lo perderá todo porque en definitiva el Sol es quien manda.
El ejercicio de la libertad no existe pero habrá que disimular
—un hallazgo que a menudo sucede en la compra, en el baño—.
Lo posible es entonces manejar el volumen o tiempo que convienen la exposición, el esponjado, la séptima dermis.
La resaca, por ejemplo, desviste la conciencia
y acontecen cosas así:
Desde mi ventana el vuelo del primer polen permite anticipar abril
y germino en la falda o infelicidad de esa mujer que carga niña, periódico, domingo.
Luego subo al tren que toda calle propone hacia el pasado
y concluyo que la desgracia fue siempre el descrédito del amor
tras lo cual queda el paso a la ternura, el resfriado, la finitud con su ausencia de liguero
Si no se aguanta la intensidad tres recados aseguran la poda de una vida.
Mucho más estimulante que el cuero, la cópula visible o anidar en la secretaria es saberse mortal y pretender compañía
Por mi parte prefiero negociar con la luz y recomiendo la elegancia como férula y techo.
Pero hay mil maneras de ponerle la letra a este crimen.
En algunas latitudes se limitan a bailar.
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